Quizás como
neófito en una raza te hayas planteado hacerte socio de un Club,
quizás te creas que lo hacen por el fomento de la raza, quizás
pienses que estando en el club te vayan a apoyar y cuidarán de ti.
Quizás en alguno
así sea, pero muchos de ellos sólo responden a los intereses
personales de sus dirigentes. Muchos son pobres infelices, que sin
más currículum que haber sido el pelota lameculos de su predecesor,
sienten en el poder, que sus miserables vidas tienen algún sentido,
pasado algún tiempo se creen importantes y con un poquito más se
convierten en prepotentes, sin darse cuenta de que su vida cinófila
sigue siendo igual de miserable que cuando empezaron. Esto hace de
ellos seres patéticos que pese a querer dar la impresión de alguien
sólido, conocedores de lo mísero de su existencia pasan el día
buscando molinos (como Sancho barrigón, no como quijote) de viento
contra los que luchar, emparanoiados en proteger su trono y
demostrar su poder.
Estos
personajillos suelen rodearse de sus iguales (es decir, pobres de
espíritu y de escaso o nulo bagaje en la raza) garantizándose así su
séquito de lameculos (como ellos fueron en su día) que por su
ignorancia y su falta de personalidad creen que el presidente es un
Dios y no se atreven a discutirle. Llama la atención, que si por
casualidad entra en su círculo alguien de entidad acaba saliendo a
malas con ellos. Que casualidad! Siempre la misma historia.
A veces, se dejan
aconsejar por frikis de la altura de la mismísima Tamara, que creen
que porque todo el mundo habla de ellos (para reírse), son
importantes.
El problema amigo
mío es que ante tal bajeza intelectual e incultura cinófila, sobre
las cabezas de esos presidentes de club, vuelan los buitres que
ávidos de poder y protagonismo, y lo que es peor, de dinero fácil
conseguido a base de engaños. Estos buitres se sirven de la
necesidad de afecto y reconocimiento de los presidentes para
conseguir de ellos, jueces favorables, cenas, clientes, montas y
sobretodo ser conocido en la raza por motivos muy diferentes a la
calidad de lo que crían. Luego, permitiendo este tipo de tropelías
no favorecen en nada el aumento de la calidad de la raza sino la de
sus bolsillos y los de los que lo rodean.
Cuando las cosas
le van mal, en vez de reconocer sus errores atacan cual vieja
cotilla difamando a diestro y siniestro, sin argumentos creíbles ni
pruebas. Teje telarañas de engaño y medias informaciones para
conseguir, de esos que le rodean y a la vez desprecia, el apoyo que
cualquiera con dos dedos de frente le negaría.
Esto ocurre en
muchos clubes de raza, no digo que suceda en todos ni en ninguno en
concreto, pero “haberlos hailos”.
Y tú querido
lector te preguntarás: “¿Cómo sé yo que un club y su presidente son
de tal o cual manera?”. Pues no es fácil, porque si preguntas te
puedes encontrar sin saberlo con un mediocrillo chupa culos que te
diga que el presidente es maravilloso, tú te lo creas y te hagas
socio de un club que poco o nada hace por la raza y estarás tirando
tu dinero.
Te recomiendo que
investigues, si preguntas hazlo a muchos y si no, hay ciertos
indicios que te pueden advertir sobre la naturaleza del Club y su
presidente, aquí te enumero algunos:
-Un año tras otro
ves que la prensa especializada y neutral comenta la calidad de los
ejemplares en su crónica de la Monográfica Nacional, pero lo mal
organizado que estaba.
-Tiene congelada
la subvención de la RSCE por no presentar su estado de cuentas de
acorde a las normas de dicha sociedad Canina.
-Pese a tener
cientos de inscripciones en una Monográfica (es decir, mucho dinero)
otorga a los ganadores unos trofeos de risa.
-Escoge a los
jueces de las monográficas locales o nacionales al antojo de la
directiva y sus amigos, e inventa votaciones para justificar que
acuda tal o cual juez.
- La junta
directiva está esparcida por toda España y se fijan reuniones en
fechas absurdas, sin hacerlas coincidir con ninguna exposición
cercana para que no acudan más que el presidente y a lo sumo uno o
dos miembros de la junta que hacen y deshacen a sus anchas.
-La asamblea
General ordinaria se celebra bajo las mismas características que las
reuniones de la junta.
-Los miembros de
la junta directiva son notificados vía telefónica de las fechas de
la junta y si reclaman documentación escrita de los temas a tratar
(para poder prepararlo) son ignorados. Evitando así que puedan tener
un criterio diferente al del presidente, es decir se premia el No
tener una opinión propia diferente a la del presidente. Eso, en los
casos en que los miembros de la junta son notificados de que va a
haber una reunión.
-Que entre los
deberes de socios esté serle fiel al club y a su junta. Este al
parecer “pequeño detalle” dota a la junta de un enorme poder, ya
que amparándose en ese punto la junta directiva puede hacer y
deshacer a sus anchas y si surge alguna voz crítica, expulsarla o
sancionarla por no serle fiel a la junta.
-A la hora de
invitar a un juez se le hace volar en compañías de bajo coste y se
le deniega el billete a su cónyuge (que podría suponer 50 o 100
euros más). En algunos casos son los mismos jueces los que deben
adquirir sus billetes y si la factura sube mucho se le discute y
regatea, dando una patética imagen del Club. Otras veces, para
ahorrar cuatro euros, se hace venir al juez uno o dos días antes de
la exposición (según disponibilidad de billete de bajo coste), pero
se deja al juez olvidado en su hotel sin asistencia por parte del
club durante varios días. El juez debe buscarse las castañas en
nuestro país y hacer turismo completamente solo.
Además de por
estos puntos sospecha de un presidente que:
- No haya
demostrado en la raza ningún conocimiento, ni tiene ejemplares en
los rings, ni se le conozcan ganadores, ni siquiera en sus propias
exposiciones. Algunos presidentes de este tipo alegarán que no
pueden llevar a sus perros porque se estresan o cosas parecidas,
pero si estuviesen en los rings ganarían a buen seguro. La mayoría
de veces la realidad es que sus ejemplares son de tan baja calidad
que le da vergüenza enseñarlos.
- Si representa a
una raza extranjera, desconoce la lengua del país de origen. Es un
completo desconocido entre los criadores y jueces del país de origen
y carece de todo prestigio fuera de su país, al igual que dentro.
Posiblemente en alguna importante exposición en ese país puedas
confirmar su patética existencia viéndolo completamente solo,
flanqueado únicamente por sus vasallos. Puesto que la gente así no
tiene amigos, sólo vasallos y clientes, puesto que si no se está con
él interpreta que se está contra él.
-Tiene delegados
regionales pero no delega, controla todos y cada uno de los aspectos
del club, para que no se le escape nada, en especial las
monográficas territoriales.
-Utiliza el
teléfono del club y la lista de socios a la que sólo él tiene acceso
para difamar y calumniar a quien no le caiga bien o le lleve la
contraria.
-Si tiene camada
y le llamas, no tarda ni cinco minutos en decirte que él es
presidente de un Club .Aprovecha su situación privilegiada para
hacer sus negocios. Por supuesto cobra unos precios que no se
corresponden con la calidad de lo que cría, puesto que para una
calidad nula cualquier precio es alto. La calidad se demuestra en un
ring y ni ellos ni sus clientes llevan sus ejemplares a
exposiciones.
-Admira como
criadores de la raza a reconocidos estafadores en introductores de
múltiples defectos genéticos en la raza en nuestro país.
-Destituye por ir
contra el club a una delegada regional y unos meses más tarde la
nombra directora del boletín del Club.
-Pese a presidir
un club dependiente de la Real Sociedad Canina de España no le
tiembla la mano en nombrar delegados territoriales a quienes han
tramitado e incluso representado a Caninas no reconocidas por la
RSCE.
-Es considerado
“un grano en el culo” por el presidente de la canina central y
mantiene pésimas relaciones con la mayoría de las caninas
territoriales. Al igual que con la práctica totalidad de
instituciones relacionadas con el mundo del perro.
En
fin, querido lector, si todavía te queda alguna duda sobre como
identificar a un mal Club de raza, siempre puedes dejar pasar el
tiempo y si no ves que suceda nada malo, crees que te van a apoyar y
que puede hacer algo bueno por la raza, después de meditarlo mucho,
puedes hacerte socio y a ver que pasa. A fin de cuentas, esto sólo
pasa en algunos clubes de raza y pese a pasar algunos, no pasa en
todos.
Espero sinceramente que este artículo te sirva para arrojar un poco
de luz a un asunto que no siempre queda claro al neófito porque la
gente tiene miedo de hablar claro. Si te ha ayudado a comprender
como funciona , aunque sea un poco ya me doy por satisfecho.
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