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miércoles, 8 de enero de 2014

CLUB DE RAZA





                     Quizás como neófito en una raza te hayas planteado hacerte socio de un Club, quizás te creas que lo hacen por el fomento de la raza, quizás pienses que estando en el club te vayan a apoyar y cuidarán de ti.
Quizás en alguno así sea, pero muchos de ellos sólo responden a los intereses personales de sus dirigentes. Muchos son pobres infelices, que sin más currículum que haber sido el pelota lameculos de su predecesor, sienten en el poder, que sus miserables vidas tienen algún sentido, pasado algún tiempo se creen importantes y con un poquito más se convierten en prepotentes, sin darse cuenta de que su vida cinófila sigue siendo igual de miserable que cuando empezaron. Esto hace de ellos seres patéticos que pese a querer dar la impresión de alguien sólido, conocedores de lo mísero de su existencia pasan el día buscando molinos (como Sancho barrigón, no como quijote) de viento contra los que luchar, emparanoiados  en proteger su trono y demostrar su poder.
Estos personajillos suelen rodearse de sus iguales (es decir, pobres de espíritu y de escaso o nulo bagaje en la raza) garantizándose así su séquito de lameculos (como ellos fueron en su día) que por su ignorancia y su falta de personalidad creen que el presidente es un Dios y no se atreven a discutirle. Llama la atención, que si por casualidad entra en su círculo alguien de entidad acaba saliendo a malas con ellos. Que casualidad! Siempre la misma historia.
A veces, se dejan aconsejar por frikis de la altura de la mismísima Tamara, que creen que porque todo el mundo habla de ellos (para reírse), son importantes.
El problema amigo mío es que ante tal bajeza intelectual e incultura cinófila, sobre las cabezas de esos presidentes de club, vuelan los buitres que ávidos de poder y protagonismo, y lo que es peor, de dinero fácil conseguido a base de engaños. Estos buitres se sirven de la necesidad de afecto y reconocimiento de los presidentes para conseguir de ellos, jueces favorables, cenas, clientes, montas y sobretodo ser conocido en la raza por motivos muy diferentes a la calidad de lo que crían. Luego, permitiendo este tipo de tropelías no favorecen en nada el aumento de la calidad de la raza sino la de sus bolsillos y los de los que lo rodean.  
Cuando las cosas le van mal, en vez de reconocer sus errores atacan cual vieja cotilla difamando a diestro y siniestro, sin argumentos creíbles ni pruebas. Teje telarañas de engaño y medias informaciones para conseguir, de esos que le rodean y a la vez desprecia, el apoyo que cualquiera con dos dedos de frente le negaría.
Esto ocurre en muchos clubes de raza, no digo que suceda en todos ni en ninguno en concreto, pero “haberlos hailos”.
Y tú querido lector te preguntarás: “¿Cómo sé yo que un club y su presidente son de tal o cual manera?”. Pues no es fácil, porque si preguntas te puedes encontrar sin saberlo con un mediocrillo chupa culos que te diga que el presidente es maravilloso, tú te lo creas y te hagas socio de un club que poco o nada hace por la raza y estarás tirando tu dinero.
Te recomiendo que investigues, si preguntas hazlo a muchos y si no, hay ciertos indicios que te pueden advertir sobre la naturaleza del Club y su presidente, aquí te enumero algunos:
-Un año tras otro ves que la prensa especializada y neutral comenta la calidad de los ejemplares en su crónica de la Monográfica Nacional, pero lo mal organizado que estaba.
-Tiene congelada la subvención de la RSCE por no presentar su estado de cuentas de acorde a las normas de dicha sociedad Canina.
-Pese a tener cientos de inscripciones en una Monográfica (es decir, mucho dinero) otorga a los ganadores unos trofeos de risa.
-Escoge a los jueces de las monográficas locales o nacionales al antojo de la directiva y sus amigos, e inventa votaciones para justificar que acuda tal o cual juez.
- La junta directiva está esparcida por toda España y se fijan reuniones en fechas absurdas, sin hacerlas coincidir con ninguna exposición cercana para que no acudan más que el presidente y a lo sumo uno o dos miembros de la junta que hacen y deshacen a sus anchas.
-La asamblea General ordinaria se celebra bajo las mismas características que las reuniones de la junta.
-Los miembros de la junta directiva son notificados vía telefónica de las fechas de la junta y si reclaman documentación escrita de los temas a tratar (para poder prepararlo) son ignorados. Evitando así que puedan tener un criterio diferente al del presidente, es decir se premia el No tener una opinión propia diferente a la del presidente. Eso, en los casos en que los miembros de la junta son notificados de que va a haber una reunión.
-Que entre los deberes de socios esté serle fiel al club y a su junta. Este al parecer “pequeño detalle” dota a la junta de un enorme poder, ya que  amparándose en ese punto la junta directiva puede hacer y deshacer a sus anchas y si surge alguna voz crítica, expulsarla o sancionarla por no serle fiel a la junta.
-A la hora de invitar a un juez se le hace volar en compañías de bajo coste y se le deniega el billete a su cónyuge (que podría suponer 50 o 100 euros más). En algunos casos son los mismos jueces los que deben adquirir sus billetes y si la factura sube mucho se le discute y regatea, dando una patética imagen del Club. Otras veces, para ahorrar cuatro euros, se hace venir al juez uno o dos días antes de la exposición (según disponibilidad de billete de bajo coste), pero se deja al juez olvidado en su hotel sin asistencia por parte del club durante varios días. El juez debe buscarse las castañas en nuestro país y hacer turismo completamente solo.
Además de por estos puntos sospecha de un presidente que:
- No haya demostrado en la raza ningún conocimiento, ni tiene ejemplares en los rings, ni se le conozcan ganadores, ni siquiera en sus propias exposiciones. Algunos presidentes de este tipo alegarán  que no pueden llevar a sus perros porque se estresan o cosas parecidas, pero si estuviesen en los rings ganarían a buen seguro. La mayoría de veces la realidad es que sus ejemplares son de tan baja calidad que le da vergüenza enseñarlos.
- Si representa a una raza extranjera, desconoce la lengua del país de origen. Es un completo desconocido entre los criadores y jueces del país de origen y carece de todo prestigio fuera de su país, al igual que dentro. Posiblemente en alguna importante exposición en ese país puedas confirmar su patética existencia viéndolo completamente solo, flanqueado únicamente por sus vasallos. Puesto que la gente así no tiene amigos, sólo vasallos y clientes, puesto que si no se está con él interpreta que se está contra él.
-Tiene delegados regionales pero no delega, controla todos y cada uno de los aspectos del club, para que no se le escape nada, en especial las monográficas territoriales.
-Utiliza el teléfono del club y la lista de socios a la que sólo él tiene acceso para difamar y calumniar a quien no le caiga bien o le lleve la contraria.
-Si tiene camada y le llamas, no tarda ni cinco minutos en decirte que él es presidente de un Club .Aprovecha su situación privilegiada para hacer sus negocios. Por supuesto cobra unos precios que no se corresponden con la calidad de lo que cría, puesto que para una calidad nula cualquier precio es alto. La calidad se demuestra en un ring y ni ellos ni sus clientes llevan sus ejemplares a exposiciones.
-Admira como criadores de la raza a reconocidos estafadores en introductores de múltiples defectos genéticos en la raza en nuestro país.
-Destituye por ir contra el club a una delegada regional y unos meses más tarde la nombra directora del boletín del Club.
-Pese a presidir un club dependiente de la Real Sociedad Canina de España no le tiembla la mano en nombrar delegados territoriales a quienes han tramitado e incluso representado a Caninas no reconocidas por la RSCE.
-Es considerado “un grano en el culo” por el presidente de la canina central y mantiene pésimas relaciones con la mayoría de las caninas territoriales. Al igual que con la práctica totalidad de instituciones relacionadas con el mundo del perro.
            En fin, querido lector, si todavía te queda alguna duda sobre como identificar a un mal Club de raza, siempre puedes dejar pasar el tiempo y si no ves que suceda nada malo, crees que te van a apoyar y que puede hacer algo bueno por la raza, después de meditarlo mucho, puedes hacerte socio y a ver que pasa. A fin de cuentas, esto sólo pasa en algunos clubes de raza y pese a pasar  algunos, no pasa en todos.
            Espero sinceramente que este artículo te sirva para arrojar un poco de luz a un asunto que no siempre queda claro al neófito porque la gente tiene miedo de hablar claro. Si te ha ayudado a comprender como funciona , aunque sea un poco ya me doy por satisfecho.
 

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